Los compañeros que integramos el Colectivo de Varones Antipatriarcales celebramos la Marcha del Orgullo como símbolo de lucha contra el HeteroPatriarcado, y su pretensión autoritaria de negar la disidencia sexual y las identidades genéricas no normativas. Nuestra disidencia, más allá de ser bi, heterosexuales o putos, es con la heterosexualidad en tanto régimen político obligatorio y normalizador.
Che, Macho, Abrí el armario!!!
Los varones, generalmente nos construimos como tales, internalizando un modelo de masculinidad hegemónica que nos impone una forma de ser y actuar que atenta contra las posibilidades de construir lazos solidarios, cooperativos, horizontales. Ser varón, en el ideario patriarcal, es ser activo, competitivo, agresivo, racional, apático y fundamentalmente, ejercer algún tipo de poder sobre otrxs. Para alcanzar la cúspide de las jerarquías sociales, también deberíamos ser propietarios y buenos consumidores, proveedores de familia, blancos, cristianos y claro está; heterosexuales.
La trans-lesbo-homofobia se convierte así, en una característica de la masculinidad hegemónica, en un rechazo que a la vez que violenta y discrimina, reafirma la propia “hombría”. En éste sentido, nuestro aporte específico a estas luchas, pasa por poner en cuestión ésta masculinidad hegemónica, empezando por deconstruir nuestras propias identidades, y por hacer visible la necesidad de que rompamos la complicidad machista entre varones, para recrearnos en la reflexión y en la lucha colectiva
Para todxs TODO!!
Nos organizamos contra toda forma de desigualdad, y esto incluye al sistema capitalista que nos aliena y explota. Por ello, repudiamos la mercantilización de la marcha por parte de la burguesía gay friendly y quienes confunden la fiesta y la lucha con alegría, con un evento de auspiciantes del ambiente.
Aún con críticas al matrimonio como institución, apoyamos activamente la sanción de la ley de matrimonio igualitario, en tanto materialización y empuje hacia una ampliación de los imaginarios posibles, en tanto proceso de reconocimiento y visibilización que superó completamente a la reforma legal en sí misma. Pero la igualdad está aún lejos del horizonte.
La transfobia está a la orden del día, con edictos policiales y códigos contravencionales como el que quiere imponer Scioli, así como con aquellas iniciativas pogres que proponen una ley de identidad de género que sigue acorralándonos entre dos opciones; se es mujer, o se es varón. Avanza sobre el imaginario que santifica el destino inexorable del cuerpo biológico, pero se mantiene firme en el binario de género mujer-varón, negando a travestis, transexuales y transgéneros, y manteniendo el poder estatal de dictaminar jurídica y psiquiátricamente, negando la autonomía sobre nuestros cuerpos e identidades.
La Lesbo-Trans-Homofobia de estado que niega iguales derechos a sujetxs diversos, alimenta y reproduce la violencia heterosexista.
Estamos transitando un tiempo dónde las reivindicaciones sexo genéricas cobran una fuerza creciente, pero los actores reaccionarios no son pocos ni subestimables.
Está en el diverso movimiento y activismo LGTTTBI salir del armario de los dogmas y las construcciones sectarias, luchar por superar la fragmentación existente, y avanzar en articular la diversidad desde abajo.
Por todo esto luchamos, como dice Lohana Berkins, PARA QUE NO UN PEDACITO, PARA QUE TODO EL CIELO SEA ROJO, REBELDE, RESISTENTE, Y QUE EN ESE CIELO BRILLE FUERTE EL ARCO IRIS NOS VEMOS EN LAS LUCHAS!
NI MACHOS, NI FACHOS!
COLECTIVO DE VARONES ANTIPATRIARCALES!
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